Por: Monica Blanch Anglada 

En cualquier patología un adecuado diagnostico clínico resulta fundamental para seleccionar el tratamiento mas adecuado a las necesidades de la persona afectada. En el caso de disfagia orofaríngea la situación no es diferente.

El objetivo del diagnóstico de la disfagia consiste en la identificación temprana de la dificultad y sus características para evitar así enfermedades respiratorias y complicaciones nutricionales asociadas (Rofes, L.; Arreola, V.; Clave, P, 2012).

La literatura científica informa que para su diagnóstico se requiere de un circuito dividido en tres etapas:

1. El cribado

2. la evaluación Clínica

3. la evaluación instrumental

Hoy nos centraremos exclusivamente en la primera fase del diagnóstico: El cribado. Debemos tener en cuenta que el cribado puede también conocerse en otros países como tamizaje” o “screening”.

¿En qué consiste un cribado de disfagia?

El cribado consiste en el primer paso del circuito diagnóstico y su objetivo es la detección de personas en riesgo de presentar disfagia. Debe ser un procedimiento rápido, costo efectivo, nada o poco invasivo, aplicable a pie de cama y siempre debe usarse una herramienta validada.

Cuando el cribado da positivo nos indica la obligatoriedad de realizar una evaluación adicional del enfermo. (Speyer et al, 2021).

¿Qué herramientas existen para cribar la disfagia?

Existe una amplia variedad de cribados descritos en la literatura, sin embargo, podríamos clasificarlos mayormente en dos grandes grupos: los cuestionarios y los tests clínicos (Venegas M, Navia R et al, 2020).

Los cuestionarios son procedimientos 100% no invasivos y consisten en un formulario de preguntas a responder por el propio paciente o familiar, o bien por el clínico referente. Un ejemplo es el Eating Assessment Tool (EAT-10), herramienta validada al español y ampliamente utilizada en territorio hispanohablante (Burgos R, et al. 2011). Otras opciones son el Cuestionario de Wallace & cols, el Dysphagia Handicap Index (DHI) o el M. D. Anderson Dysphagia Inventory.

Por otro lado, los tests clínicos son cribados de deglución que consisten en la administración de agua a distintos volúmenes y/o viscosidades. Algunos de estos tests se combinan con el uso de pulsioximetría, evaluándose parámetros clínicos para la identificación de signos o síntomas de disfagia, como la tos. El Toronto Bedside Swallowing Screening Test o el Gugging Swallowing Screen (GUSS) son dos herramientas mundialmente utilizadas para este propósito.

En España o países de habla hispana el Volum-Viscosity Swallow Test (V-VST) o más conocido como el Método de Exploración Volumen-Viscosidad (MECV-V) se postula como la herramienta de cribado deglutorio cada vez más utilizada, con la particularidad de poder orientar al clínico en la selección de la viscosidad más segura para la toma de los líquidos del afectado (Riera et al 2021).

¿Dónde y a quiénes realizar un cribado?

El cribado de deglución debe aplicarse en aquellos entornos tanto clínicos, como sociales o educativos donde se concentren colectivos de alto riesgo de presentar la patología: Hospitales, sociosanitarios o residencias de ancianos, centros de diversidad funcional o de educación especial, centros de salud mental…

Si nos enfocamos a nivel hospitalario, está descrito que debe realizarse un cribado sistemático a todos los ancianos ingresados debido a su alta probabilidad de padecer la patología (Clavé Civit P, García Peris P, 2011). Sin embargo, si nos centramos específicamente en unidades de hospitalización, aquellas con mayor probabilidad de concentrar enfermos con disfagia serán la Unidad de Geriatría Agudos y la de Neurología, además de otras unidades potenciales como la de Medicina Interna (Baijens L, Clavé P, Cras P et al, 2016).

¿Qué profesional puede administrar un cribado de disfagia?

La particularidad de los cribados es que pueden ser aplicados por cualquier clínico sin necesidad de ser especialista en el campo, si bien es cierto que para ciertas herramientas se requiere de una capacitación mínima para su ejecución, especialmente en el caso de los test clínicos.

Habitualmente los cribados suelen aplicarse por profesionales de enfermería, sin embargo, también pueden ser administrados otros profesionales sanitarios, incluidos médicos en determinados contextos como en Atención Primaria.

¿Todos los cribados sirven para los mismos pacientes?

No. Generalmente los cribados se validan inicialmente para personas con una enfermedad concreta (ictus, cáncer de cabeza y cuello, ancianos…) y a medida que se comprueba su eficacia en ellos puede estudiarse validar su uso en otros colectivos. Por lo tanto, dependiendo del colectivo de pacientes para el que haya sido validado, elegiremos una herramienta u otra.

Asimismo, se requiere que dicha herramienta haya sido también validada al idioma con la que vamos a utilizarla. Esto debe tenerse en cuenta porque una traducción errónea en algún apartado puede acarrear confusiones en la interpretación del procedimiento o en los resultados de la prueba, con el consiguiente riesgo para la seguridad para el enfermo (Speyer et al, 2021).

En conclusión, el cribado tiene un peso fundamental al ser la puerta de entrada del proceso diagnóstico de la disfagia orofaríngea, y su éxito estará especialmente condicionado tanto a la sistematización del proceso como a la elección de la herramienta más adecuada en cada entorno de aplicación.

Referencias 

  • Rofes, L.; Arreola, V.; Clave, P. The Volume-Viscosity Swallow Test for Clinical Screening of Dysphagia and Aspiration. Issues Complement. Feed. 2012, 72, 33–42.
  • Speyer R, Cordier R, Farnetis D, Nascimento W, Pilz W, Verin E, Walshe M, Woisard V. White Paper by the European Society for Swallowing Disorders: Screening and Non‑instrumental Assessment for Dysphagia in Adults. Ed Springer. Dysphagia, 2021.
  • Venegas M, Navia R et al. Clinical management of elderly with dysphagia. Rev. Med. Clin. Condes 2020; 31(1) 50-64
  • Burgos R, et al. Traducción y validación de la versión en español de la escala EAT-10 para despistaje de la disfagia. Congreso Nacional SENPE 2011.
  • Clavé, P.; Arreola, V.; Romea, M.; Medina, L.; Palomera, E.; Serra-Prat, M. Accuracy of the volume-viscosity swallow test for clinical screening of oropharyngeal dysphagia and aspiration. Clin. Nutr. 2008, 27, 806–815
  • Riera SA, Marin S, Serra-Prat M, Tomsen N, Arreola V, Ortega O, Walshe M, Clavé P. A Systematic and a Scoping Review on the Psychometrics and Clinical Utility of the Volume-Viscosity Swallow Test (V-VST) in the Clinical Screening and Assessment of Oropharyngeal Dysphagia. Rev. Foods 2021, 10, 1900.
  • Clavé Civit P, García Peris P. Guía de diagnóstico y tratamiento nutricional y rehabilitador de la disfagia orofaríngea. Ed. Glosa, 2011.
  • Baijens L, Clavé P, Cras P et al. European Society for Swallowing Disorders – European Union Geriatric Medicine Society white paper: oropharyngeal dysphagia as a geriatric syndrome. Clinical Interventions in Aging. 2016:11.

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