Aprendamos mas sobre la historia de la fibroscopia de la deglución, uno de los exámenes mas pioneros y estudiados para evaluar los procesos deglutorios en pacientes con sospecha de disfagia.

En 1988, la Dra. Susan Langmore y su equipo de investigación propuso por primera vez a través de su famoso artículo Fiberoptic endoscopic examination of swallowing safety: A new procedure” un procedimiento para evaluar la fase faríngea de la deglución en pacientes con disfagia. El procedimiento llamado fibroscopia de la deglución (“FEES” por sus cifras en inglés), permitiría detectar la presencia de aspiración en pacientes con disfagia y determinar que tan seguro era el consumo de alimentos por vía oral en pacientes para los que la video-fluoroscopia era difícil o en algunos casos, imposible de realizar (ej., casos de obesidad, o cuando el paciente no se encuentra en condiciones para ser trasladado a radiología).

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Alrededor de la misma época cuando el estudio de la Dra. Susan Langmore había sido publicado, los otorrinolaringólogos habían apenas comenzado a implementar en sus consultorios el uso del laringoscopio de fibra óptica. Pero ¿qué procedimiento se realizaba antes cuando el FEES aún no había sido investigado?

El uso de la primera laringoscopia de fibra óptica fue atribuido a Sawashima y Hirose en 1968. Esta práctica permitió implementar un método que permitía visualizar las cuerdas vocales mientras el paciente se encontraba consciente. Doce años más tarde, los laringoscopios de fibra óptica comenzaron a distribuirse comercialmente. Pero a pesar de que alrededor de 1980, los laringoscopios de fibra óptica comenzaban a tener mayor presencia en los consultorios de los otorrinolaringólogos, los exámenes de la deglución no eran precisamente lo que conocemos ahora. El examinador debía observar por una pieza ocular la anatomía y debía tratar de recordar todo lo que había visto. Mucha información se perdía en el proceso. A medida que la tecnología avanzó, de igual manera los procedimientos comenzaban a refinarse. Ahora contamos con laringoscopios de alta resolución que permiten apreciar de mejor manera la anatomía. La grabación digital también ha facilitado este estudio de la deglución, puesto que le permite al examinador revisar las tomas y determinar los siguientes pasos.

Desde sus inicios, hasta el día de hoy, el crecimiento del uso del laringoscopio de fibra óptica para la examinación del proceso de la deglución ha sido exponencial. De hecho, en algunos lugares del mundo, este es el procedimiento de base en pacientes con sospecha de disfagia. Este procedimiento es comúnmente comparado con la video-fluoroscopia (Leer Comparación entre Video-fluoroscopia vs FEES). La video-fluoroscopia continúa siendo reconocida como el estudio estándar, o por su expresión en ingles “gold standard”, sin embargo, y como la Dra. Susan Langmore lo propone en su artículo sobre la historia del FEES, “No porque hayas sido el primero necesariamente te hace el mejor”.

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